Parece obvio que la mejor manera de asegurarse una buena planificación es haber hecho bien las fases previas al método de proyectos. Comprender bien el objetivo y el alcance de la tarea a realizar, resolver las dudas que nos van surgiendo localizando fuentes de información fiables y ajustadas a nuestros conocimientos y por encima de todo, tener un diseño claro y completo, apropiado, útil y que permita aprovechar al máximo todos los recursos.
Para aquellos "bloggestudiantes" que leen esta entrada sin haber profundizado en estas etapas previas, les recomiendo que visiten Proyecto Técnico en la ESO: El Blog Colaborativo, donde he tratado de aplicar de la manera más realista posible unas cuantas pistas de cómo utilizar el método de proyectos a sus producciones digitales. Pueden y posiblemente deben, ampliar su proceso de documentación con Diseño y elección de la plantilla en Blogger del profesor Alejandro Valero, un texto fácil de leer y extremadamente útil para alumnos de la ESO que se inician en Blogger.
Porqué falla una planificación, qué consecuencias tiene y cómo prevenirlo son las tres ideas sobre las que me parece necesario reflexionar. No obstante considero que de las fases del método de proyectos propuestas en los libros de tecnología esta es la más difícil para los estudiantes de secundaria.
La buena noticia es que el trabajo por proyectos permite que los estudiantes se entrenen en habilidades tan importantes como: la prevención de riesgos, la toma de decisiones en grupo, el análisis de las características y condiciones de resolución de problemas, la definición de tareas y plazos.
Si embargo estas actividades deben tomarse en serio tanto por parte de los alumnos como de los profesores. Esto quiere decir que es necesario dedicarle tiempo al grupo para que realice su planificación, revisarla, proporcionar feed-back que les oriente y finalmente evaluar las planificaciones, de una manera sistemática, con unos criterios conocidos previamente por los alumnos y explicados en clase.
No dedicarle suficiente tiempo a la planificación y/o hacerlo sin pararnos a pensar implica que no estarán reflejadas todas las tareas y operaciones necesarias, que el tiempo en realizar cada tarea se va a estimar mal, que habrá momentos en los que algunos miembros del equipo tendrán demasiadas tareas y otros no sabrán qué hacer.
Durante el curso 2014/2015 se le ha preguntado a 50 alumnos de 3º de ESO del Colegio Nuestra Señora de las Victorias de Madrid, cuáles eran las consecuencias de que las planificaciones de los proyectos educativos fallen, recogemos sus respuestas en la imagen de arriba.
En definitiva, planificar mal supone más trabajo, menos resultados y un montón de emociones negativas asociadas a no tener claro lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo y quiénes son los responsables.
De todos modos, como ya dije al principio, pienso que esta es la fase más difícil de todo el método de proyectos, requiere un alto grado de madurez y sobre todo entrenamiento.
Ánimo "bloggestudiantes", porque hacer planificaciones imperfectas es el camino para aprender a hacerlas cada vez mejor.
Para saber más:
Las funciones ejecutivas: El desarrollo de las funciones ejecutivas en la adolescencia
¿Por qué falla una planificación?
La principal razón es porque no se ha aprendido a planificar correctamente y se cometen algunos errores importantes: hacerlo de manera precipitada, sin reflexionar, tomar decisiones sin tener en cuenta a todos los miembros del equipo, creer que la planificación va a salir de una vez sin revisiones.
La buena noticia es que el trabajo por proyectos permite que los estudiantes se entrenen en habilidades tan importantes como: la prevención de riesgos, la toma de decisiones en grupo, el análisis de las características y condiciones de resolución de problemas, la definición de tareas y plazos.
Si embargo estas actividades deben tomarse en serio tanto por parte de los alumnos como de los profesores. Esto quiere decir que es necesario dedicarle tiempo al grupo para que realice su planificación, revisarla, proporcionar feed-back que les oriente y finalmente evaluar las planificaciones, de una manera sistemática, con unos criterios conocidos previamente por los alumnos y explicados en clase.
No dedicarle suficiente tiempo a la planificación y/o hacerlo sin pararnos a pensar implica que no estarán reflejadas todas las tareas y operaciones necesarias, que el tiempo en realizar cada tarea se va a estimar mal, que habrá momentos en los que algunos miembros del equipo tendrán demasiadas tareas y otros no sabrán qué hacer.
Durante el curso 2014/2015 se le ha preguntado a 50 alumnos de 3º de ESO del Colegio Nuestra Señora de las Victorias de Madrid, cuáles eran las consecuencias de que las planificaciones de los proyectos educativos fallen, recogemos sus respuestas en la imagen de arriba.
En definitiva, planificar mal supone más trabajo, menos resultados y un montón de emociones negativas asociadas a no tener claro lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo y quiénes son los responsables.
¿Cómo se soluciona?
- Planificar consiste en prever qué se va a hacer, pero lo más importante es definir bien cómo se van a realizar las operaciones identificadas y quién o quienes las van a llevar a cabo.
- Completar todo lo que veamos que falta de las fases anteriores, sobre todo la búsqueda de información de aquello que aún no conocemos.
- Tener claros los recursos disponibles: las personas, el tiempo (de esas personas y los plazos de entrega), el dinero, los materiales y las herramientas.
- Tener en cuenta a todo el equipo para contabilizar el tiempo, para tomar decisiones, para disponer de diferentes opiniones.
- Revisar constantemente la planificación, realizar un breve repaso al comienzo de cada clase y ajustarnos a lo que vamos aprendiendo.
De todos modos, como ya dije al principio, pienso que esta es la fase más difícil de todo el método de proyectos, requiere un alto grado de madurez y sobre todo entrenamiento.
Ánimo "bloggestudiantes", porque hacer planificaciones imperfectas es el camino para aprender a hacerlas cada vez mejor.
Para saber más:
Las funciones ejecutivas: El desarrollo de las funciones ejecutivas en la adolescencia
"Con un buen entrenamiento de las funciones ejecutivas aumenta la capacidad de hacer planes y llevarlos a cabo de forma organizada, ayudando en la mejora de la concentración a la hora de leer o hacer los deberes porque se aprende a ser capaz de orientar con más eficacia la atención hacia la tarea propuesta."
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